Su teoría, compartida por muchos, es que la función del empresario es garantizar la existencia de su negocio en el largo plazo y que tomar banderas políticas contradice esa norma y pone en riesgo la estabilidad y posibilidad de crecimiento de las empresas.
Y en relación con las marcas, existe también la idea de que éstas deben mantenerse al margen de las opiniones políticas y evitar involucrarse con las elecciones. Con relación a lo primero, esa barrera se rompió hace unos años cuando los consumidores jóvenes empujaron a las marcas a pronunciarse a favor o en contra de ciertas causas sociales y en relación a lo segundo, pocas hacen un uso creativo y adecuado del entorno y del clima social que se genera en torno a una elección.
En las últimas elecciones presidenciales en los Estados Unidos, marcas como Patagonia, Ben & Jerry, Spotify, Lyft, Levi´s realizaron importantes campañas para incentivar a las personas a que ejerzan su derecho a votar. De seguro en muchas de ellas hay un activismo social impregnado en su ADN, pero otras, vieron la ocasión de conectar con su target y lo hicieron sin correr riesgos ni adoptar posturas partidistas.
En esa misma elección, Vodka Absolut fue más lejos y usando el humor le dijo a los electores que su voto podía “batir o sacudir” la elección y que también votaran y bebieran con responsabilidad.
Un reciente estudio realizado en España por Publicis Group demostró que si bien es cierto que las elecciones generan incertidumbre y que a pesar del gran impacto social y el interés por consumir contenidos informativos, la economía no se paraliza, las marcas continúan con sus campañas y los indicadores de consumo siguen su evolución normal, a pesar de que el resultado de las elecciones puede afectar su estilo de vida.
El estudio indica que bienes raíces y compras mayores podrían verse afectados, pero que en otras categorías tales como electrodomésticos, ocio y entretenimiento, no hay incidencia alguna. La pregunta obvia es ¿por qué no usarlo a favor de una marca?
Con su proverbial humor un par de marcas españolas también hicieron buen uso de elecciones pasadas, la marca de telefonía MásMóvil contrató como vocero a un reconocido humorista para grabar un spot que salió al aire previó al reciente debate y ofrecía por error, torrijas ilimitadas. La campaña duró las dos semanas previas al día de la elección.
En nuestro país hay un caso emblemático ocurrido a finales de los 60´s. La marca Pulvapies creo un personaje vocero de esa marca de talco, lo bautizó como el “Honorable Pulvapies” y realizó una acción insólita, más allá de hacer una caricatura y trasladarla al diseño del envase, lo postuló como candidato e invitó a las personas a votar por él y salió electo como alcalde de Picoazá, Manabí.
El insólito hecho fue reseñado por el New York Times y The Guardian de Londres. La campaña decía: “Vote por cualquiera, pero si quiere bienestar e higiene, vote por Pulvapies”. La campaña incluyó la impresión de volantes con el mismo diseño y colores de la papeleta electoral.
Empresarios y publicistas ecuatorianos o carecen de humor o no se atreven a aprovechar las oportunidades para realizar acciones tácticas aprovechando coyunturas como la actual elección.
Horacio Chavarría P.
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